Tus hijos crecen, y en este proceso sufren cambios no sólo corporales sino también conductuales y emocionales que, en ocasiones, requieren la intervención de un psicólogo infantil en Guadalajara.

No todas las etapas son fáciles, la preadolescencia y la adolescencia vienen marcadas por una búsqueda y construcción de la identidad, que acarrea muchos conflictos emocionales que, de no poder afrontar, pueden requerir la intervención de un psicólogo infantil en Guadalajara.

Es posible que, a partir de los nueve años, la edad de inicio depende mucho de la madurez del niño, te hayas percatado de la aparición de nuevas conductas, miedos e intereses en tu hijo. Lo más visible es la necesidad de buscar una mayor intimidad, lo que lejos de ser un problema, es una opción adecuada que les ayudará a construir su propia identidad.

Esto suele ir asociado con el descubrimiento de nuevos temores, como el miedo a hacer el ridículo, el pudor o la vergüenza. Todos ellos tienen mucho que ver con su empeño en agradar a su grupo social, a sus amigos. Por este afán es por el que la jerga o el modo de vestir varían.

Seguramente te preocupará mucho el deterioro de las relaciones con tu hijo, y es que, en esta etapa, es muy habitual tener que intervenir para facilitar el diálogo y dotar al adolescente de habilidades de afrontamiento y resolución de problemas. Debes tener presente que tu hijo está atravesando un momento de labilidad emocional que le lleva a oscilar entre la alegría y la tristeza.

En este vaivén de emociones pueden aparecer procesos de ansiedad y depresión que pueden tratarse con entrenamiento y reestructuración de pensamientos negativos.

Establecer una buena relación de confianza con tu hijo es indispensable en esta etapa, por eso en Intervención en Psicología , te ayudamos a crearla.